Wanderlei Silva, la leyenda continúa

La
imagen arrolladora del mejor
Wanderlei Silva nos remonta a comienzos del 2000 y se extiende hasta el 2006.
Después llegaron las irregularidades, algunas duras derrotas y otras largas
batallas que se inclinaron a su favor. El daño en el cuerpo se siente y las
horas peleando también, pero “Axe Murderer” deja su corazón dentro del octágono
en cada presentación e intentará conseguir su primera seguidilla de triunfos en
UFC.

Su
carrera cambió a principios de 2009 cuando decidió que iba a bajar de peso y
pelear en la categoría de los medios. El primer paso fue un combate de peso
acordado justamente ante Rich Franklin. Alemania vibró con el choque
de los veteranos y la decisión cayó del lado del estadounidense.

Luego
sí, su primera gran prueba como peso medio, con victoria incluida sobre el
inglés Michael Bisping. El título asomaba cerca, pero Chris Leben borró todas
las esperanzas en sólo 27 segundos. ¿Quedaron marcas en Silva? Para nada, bajó
la cabeza, siguió entrenando, salió a dar todo y la última presentación fue con
sonrisas.

El
19 de noviembre de 2011 le ganó por nocaut técnico a Cung Le con el estilo del “viejo” Wandy. Ese tremendo peleador que lanza manos como nadie y tiene un clinch de
Muay Thai impresionante se deshizo de su rival en el segundo asalto.

Ahora
su oponente era Vitor Belfort, en la
revancha que hace tanto tiempo se espera. Fueron entrenadores de la primera
temporada de The Ultimate Fighter Brasil,
pero una fractura en la mano dejó fuera a Vitor y Franklin aceptó el reto.

“¿Pelear
conmigo con una mano? Somos profesionales. Es una gran irresponsabilidad no ser cuidadoso en los entrenamientos y una gran
falta de respeto para los fanáticos. Estoy muy triste, estaba listo para
noquearlo, no tenía dónde correr. Ese combate sucederá. Estoy seguro me tiene miedo, nadie entrena tan duro
como para quebrarse la mano. Usamos los mejores equipos, guantes y vendajes”,
lanzó Wanderlei sobre su lesionado oponente.

Mucho
se habló de un posible retiro de
Wandy en los próximos meses y hasta se lo sugirieron en varias oportunidades
los últimos años. Pero esa decisión la tomará pensando en él y en cómo se
siente a la hora de entrar a pelear.

“¿Qué
puedo decir? La gente quiere ver un show. Yo pensaba hacer mi última pelea en
Japón, pero después me lo pidieron en Australia, en Alemania, en todos lados. Me
siento realmente muy bien y no tengo otra opción que repetir lo que dije antes
de mi última pelea: Sólo mi performance
me dirá si puedo continuar o no”, concluyó quien buscará su victoria número 35
como profesional ante Franklin.

El
12 de agosto de 2000 realizó su última presentación en su tierra. Ahora lo
espera Belo Horizonte y toda la
“torcida” brasileña estará a su favor. Las luces se apagarán, su tema de
entrada sonará, mirará fijamente a su oponente e ingresará al octágono. Cuando
se cierren las puertas su futuro estará en sus puños y, con una victoria, tal
vez quede muy cerca de pelear por el
título.