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Una nueva oportunidad para Caín

El
guerrero azteca Caín Velásquez
enfrentará al brasileño Junior Dos
Santos
el próximo 29 de diciembre
en busca del cinturón de peso completo que perdió hace menos de un año. La
diferencia entre este combate y el anterior, es que Caín viene con ritmo de entrenamientos
y no de una larga inactividad debido a una lesión.

La
primera pelea fue un monólogo.
Apenas 64 segundos necesito el retador
para convertirse en campeón. Pero ahora los roles son diferentes. No sólo el
brasileño estará entrenado y con ritmo, también Velásquez tendrá esa
oportunidad debido que no hay operación ni lesión de por medio.

Un solo golpe necesita Dos SantosAquel
12 de noviembre Caín volvía de una intervención quirúrgica en su hombro.
Un desgarro en lo que comúnmente se conoce bajo el nombre de “Manguito rotador”
lo había tenido en las sombras durante más de un año y defender el título ante
“Cigano” en la primera pelea no es algo recomendable, pero un campeón vuelve
contra quien le pongan frente a él y así lo hizo.

Ahora
el contexto en el que se da el enfrentamiento es completamente diferente.
Velásquez viene con ritmo de peleas y de entrenamiento, pero sobre cualquier
cosa lo importante es que llega con mucha confianza. Quedó claro con su
victoria en el UFC 146 cuando le dio
una de las mayores palizas que hemos tenido la oportunidad de ver en la máxima
categoría a Antonio “Pezao” Silva.

Esa
misma noche, Junior expuso y defendió su cinturón frente al ex campeón Frank Mir. Con la solvencia que
demostraron ambos ante contendientes realmente muy calificados y la
imposibilidad de Alistair Overeem de
pelear por su suspensión debido a sustancias ilegales, era obvio que deberían
pelear nuevamente.

Algo
similar a lo que puede llegar a sucederle a Georges St. Pierre el próximo 17
de noviembre
cuando regrese de una operación de rodilla y más de un año y
medio sin pelear para medirse con Carlos
Condit
. Los peleadores lo saben más que nadie, pueden entrenarse con sus
compañeros y sentirse plenamente recuperados, pero nunca sabrán dónde están
parados hasta que no cierran la puerta del octágono
y comienza la batalla.

Nuevamente se enfrentaránEl
problema con los grandes campeones es lo que le sucede a muy pocos: Tras una
lesión los espera un gran reto. Cualquier otro peleador recibe un
combate para recuperar ritmo y tal vez se pueda dar el gusto de cuidarse e
intentar llegar a la decisión para ver cómo responde físicamente. Velásquez no
podía hacer eso. Un retador buscaba
quitarle el título y lo hizo porque fue
mejor
esa noche, pero también por la falta de ritmo de Caín.

Con
esto no buscamos justificar o excusar al mexicano. Al contrario, lo que estamos
explicando es uno de los tantos factores
por los cuales Caín pudo haberse sentido incómodo el día de la pelea.
Obviamente la lesión ya no estaba y
se encontraba al máximo de su
capacidad física, pero el aspecto psicológico es fundamental cuando un peleador
sube al octágono en busca de alto tan importante.

El
sábado 29 de diciembre sabemos cuál
es la verdad. Junior Dos Santos
tendrá la posibilidad de ratificar su calidad como campeón y Caín Velásquez intentará recuperar lo
que alguna vez fue suyo y dejar abierta la posibilidad a una trilogía. Hagan
sus apuestas, el UFC 155 será
imperdible y recién ahora está comenzando.