Miguel Angel Torres regresó como un ave fénix para labrar su nombre entre
los más respetados de la división de las 135 libras donde lenta y
estratégicamente, ha logrado rediseñar su estilo para adaptarse al octágono del
UFC, lo que le podría dar buenos dividendos en su búsqueda por una oportunidad
al título que posee Dominick Cruz.
Cuando
Torres fue despojado de su título en
la WEC a manos de
Brian Bowles, vía TKO, se
encendieron los focos de alarma y
cuando fue sometido por Joseph Benavidez
en la siguiente pelea, supo que debía hacer un cambio. Para cuando llegó la
transición al UFC, Torres había mudado su campamento de entrenamiento a Montreal,
para entrenar con el equipo Tristar
bajo la tutela de Firas Zahabi, uno de los entrenadores del respetado Georges St-Pierre
Miguel,
conocido en los días de WEC por su estilo agresivo y arrojado, cambió para
formarse como un peleador más estratégico
que planea cada golpe con precisión matemática, llevando el combate al ritmo
que él dicta. En sus tres peleas dentro del UFC, ha ganado dos, ambas por
decisión unánime. Antonio Bañuelos
en UFC 126 fue el primero en
experimentar la depurada técnica de golpeo que posee Torres. Mientras que Nick Pace en UFC 139 fue la segunda víctima.
El
peleador de raíces mexicanas está
seguro aún no alcanza su máximo nivel y tiene lo necesario para volver a
ponerse el cinturón de campeón: “Creo que mi estilo de pelea puede ser una
pesadilla para Cruz. Puedo pararme frente a él, usar toda mi experiencia para
lanzar golpes desde el inicio hasta el final de la pelea” escribió Torres en su
blog. “Soy del tipo de peleadores que puede dar tantos golpes como recibe. Y si
él quiere ir al piso, también puedo causarle problemas ahí. Dominick lo sabe
muy bien”.
Pero
antes de pensar en enfrentar a Cruz, Torres debe impresionar a los fanáticos en
su siguiente pelea contra Michael
McDonald en UFC 145. Una gran oportunidad
para que Torres reincorpore el arrojo que lo hizo tan popular en los días de
WEC.
McDonald,
el segundo peleador más joven en el
UFC, posee bastante poder en los puños, como lo evidenció en su última pelea
ante Alex Soto a quien noqueó cuando
apenas habían transcurrido 56 segundos. Esa pelea representó la tercer victoria
de tres disputadas. Sin embargo, la experiencia de Torres lo sacará a flote,
tras perder su título a manos de Bowles sabe suficiente sobre evitar
intercambios desfavorables que podrían mandarlo a la lona en un abrir y cerrar
de ojos.
Ahora,
en lugar de perseguir a sus oponentes, ha aprendido a presionar; en vez de
lanzar ráfagas siempre hacia delante, ha aprendido a lastimar, retirarse y
regresar una vez más al ataque. En UFC 145 este Sábado 21 de Abril veremos si la reconstrucción de
Miguel Torres será suficiente para desmantelar a su próximo obstáculo en el
camino hacia la obtención del título en la categoría Gallo.
