Tim Boetsch buscará la gran sorpresa

Boetsch,
de 31 años, hizo su primera presentación en UFC allá por febrero de 2008,
venciendo de manera brutal a David Heath
en la división de peso semicompleto.
Su carrera en esa categoría tuvo algunos altibajos, sufriendo derrotas y
consiguiendo algunos triunfos sin la espectacularidad que se pensaba tras su
auspicioso debut.

El
punto de quiebre llegó en el UFC 123,
en noviembre de 2010. Esa noche fue sometido por Phil Davis, quien impuso una notoria superioridad física y lo
controlo por completo, hasta finalizarlo con una modificación de Kimura (luego bautizada
bajo el nombre de “Philmura”). Allí pensó que debía hacer un cambio y descendió
de categoría.

La
división de los medios lo esperaba con los brazos abiertos y con una dura
prueba. El ganador de la tercera temporada de The Ultimate Fighter: Kendall Grove, a quien derrotó por
decisión unánime basando su estrategia en los derribos y en el golpeo a ras de
lona. De la misma manera y por la misma vía se impuso ante el canadiense Nick Ring.

Su
gran oportunidad llegó en febrero, en el UFC
144, visitó Japón y se enfrentó con el local Yushin Okami. Los dos primeros asaltos fue dominado por completo,
no podía llevar al suelo a su rival y de pie era claramente superado. Necesitaba
el nocaut para ganar y vaya que lo consiguió. A puro uppercut terminó con el peleador oriental en 54 segundos y su
nombre se hizo conocido.

El
próximo sábado debía enfrentarse con el inglés Michael Bisping, pero una lesión lo dejó fuera y su lugar lo tomó
el cubano Lombard que debutará en el
octágono. Un cambio de rival muy complicado ya que el estilo de ambos es muy
diferente, pero eso no detendrá a Boetsch.

“Héctor
es un peleador completamente opuesto a Michael. No tendré que perseguirlo, él
vendrá a tratar de arrancarme la cabeza desde el inicio. Estaré muy feliz si
puedo devolverle el favor. Será una pelea muy emocionante y explosiva
entre dos grandes golpeadores. Estoy seguro de que no llegaremos a la decisión
de los jueces”, explica el oriundo de Lincolnville.

Con
un record de 15-4 como profesional y una racha invicta de 3-0 en la categoría
de los medios, Boetsch se ilusiona pensando en el cinturón. Un sueño que quedó muy cerca de conseguir ante la baja de
algunos contendientes y la aparición de otros. Una carrera que emprendió hace
un tiempo y una meta que hoy parece más cerca que nunca.

Basándose
en un potente juego de manos con buenas combinaciones y un temible poder
explosivo, “The Barbarian” suele
terminar con sus oponentes antes del límite. Pero de no conseguirlo tiene las
herramientas necesarias para llevar la pelea al piso y trabajar con comodidad
estando por encima.

A Tim Boetsch se lo mira bastante de
reojo en una división plagada de nuevos contendientes. Aquellos que quedaron
detrás del choque de Silva y Chael Sonnen y que esperaban una
oportunidad. Esa que se abrió hace un par de semanas y que todos desean
aprovechar.