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Terapia de Reemplazo de Testosterona: sus efectos

¿Que
es la Terapia de
Reemplazo de Testosterona (TRT)
y cuales son sus beneficios en el
rendimiento deportivo? ¿Quienes estarían autorizados a someterse a este
tratamiento? ¿Cuales son las razones por las cuales un luchador puede tener un
nivel de testosterona más bajo que otro? ¿Es justo equilibrar ese déficit? Éstas
son sólo algunas de las preguntas que intentaremos responder a partir de la
polémica instalada por el uso de este procedimiento, que ha dado lugar a
sanciones por parte de las Comisiones
Atléticas
encargadas de supervisar, entre otras cosas, el uso indebido de
sustancias que afecten el rendimiento deportivo. 

La
controversia en cuanto al uso de la
TRT salió a la luz hace un par de años luego del doping
positivo de Chael Sonnen por los
altos niveles de testosterona detectados en su muestra de orina tras su primer
combate con Anderson Silva en el UFC 117. La Comisión Atlética
de California suspendió la licencia de Sonnen por encontrar una proporción de
Testosterona / Epitestosterona extremadamente alta (tres veces mayor a la
permitida) indicativa del uso de esteroides. Meses más tarde se comprobaría que
Sonnen estaba bajo la TRT
y nunca informó a las autoridades de la Comisión. Otros
casos similares al de Chael Sonnen han salido a la luz como el de Nate Marquardt, también sancionado por
altos niveles de testosterona. La defensa del ex campeón del Pancrase argumentó
que los altos niveles de testosterona eran producto de un tratamiento de
reemplazo. Marquardt acusó un déficit en la producción de testosterona
producida por fallas en la glándula pituitaria, producto de los repetidos
golpes a la cabeza recibidos durante 17 años de entrenamiento. 

La
testosterona es una de las hormonas más importantes que poseen los hombres,
cuya producción es controlada por el cerebro. El déficit de testosterona
produce efectos que tiene una correlación directa con la merma en el
rendimiento deportivo. La pérdida de energía, debilitamiento de los huesos,
disminución de masa muscular y fuerza son algunos de los síntomas de la
disminución. Puede ser producida por diversos factores: trauma cerebral
(golpes, radiación, quimioterapia) desórdenes hormonales, alteraciones
genéticas u otras causas no conocidas.

La TRT puede ser
administrada a aquellas personas que sufren una deficiencia de andrógenos. Esto
significa que quienes no producen suficientes niveles de testosterona pueden
recurrir a esta terapia. En un deportista de alto rendimiento que padece esta
carencia, la diferencia entre utilizar o no este procedimiento puede ser
notoria. La TRT es
la solución para restablecer los niveles naturales de testosterona, siempre y
cuando su administración sea supervisada por un profesional. 

En
la actualidad, las Comisiones Atléticas poseen la facultad de autorizar el uso
de la TRT siempre
y cuando se pueda comprobar, a través de una serie de estudios, que el
competidor que solicita la excepción, realmente posee un déficit en la
producción de aquella hormona. Algunos de los competidores que han sido
autorizados para recibir este tratamiento son: Dan Henderson, Chael Sonnen,
Forrest Griffin, Frank Mir, Quinton Jackson, entre otros.

La TRT produce
ciertos cambios en el organismo que pueden ser beneficiosos en la práctica
deportiva: aumento de la masa muscular, reducción de grasas, períodos de
recuperación más cortos.

Algunos
deportistas han alzado su voz en contra de éste tratamiento que, según ellos,
beneficia a quienes lo utilizan. Tito Ortiz ha sido uno de los más fervientes
críticos: “Siempre he estado en igualdad de condiciones desde el primer hasta
el último día de mi carrera ¿Por qué de repente otros competidores pueden estar
en otro nivel, seis veces mayor al de una persona normal?”, explicaba Ortiz en
un programa televisivo.

El
argumento a favor de la utilización de este tratamiento es similar al de sus
opositores. La idea es “equiparar” a quienes parten de una condición de
inferioridad provocada por un déficit en la producción de testosterona. La
terapia tiene el objeto de nivelar esa asimetría.

La
legitimidad del tratamiento depende de la seriedad con la que se lo encare y
los niveles en los cuales se establezca el límite. Para ello, es necesario
trabajar mancomunadamente con las Comisiones Atléticas de todos los Estados
para que establezcan criterios uniformes en cuanto a la utilización de la TRT.