
Athletes
Satisfacer al exigente
paladar de los fanáticos del UFC es una tarea sumamente dificultosa. Joe Silva y Sean Shelby son
los hombres encargados de seleccionar y nutrir de talento a la plantilla del
UFC y quienes tienen la poco grata tarea de cortar a aquellos luchadores que no
han cumplido con las expectativas.
Su
tarea más importante es la de delinear cada uno de los enfrentamientos que
tienen lugar en el octágono con la finalidad de lograr los combates más
excitantes en cada una de las categorías de peso.
Los
estilos hacen a los combates y de allí surge la necesidad de contar con un buen
matchmaker. Este empleo es sólo para
perfeccionistas, hombres obsesionados con la planificación y con un
conocimiento acabado de cada una de las disciplinas marciales. Joe Silva, un
estudioso del deporte, ha practicado varias disciplinas y ha estado en la
organización desde sus inicios, incluso antes de la adquisición de Zuffa:
“Joe
ha estado involucrado incluso antes que Zuffa comprara la compañía. Lo que yo
creo es que el anterior dueño no sabía demasiado sobre Artes Marciales Mixtas (MMA) y Joe era el hombre indicado. Tito Ortiz fue quien me dijo que debía
hablar con él” señalaba Dana White
en una entrevista.
Otra
característica que debe poseer un buen matchmaker es la capacidad de
persuasión. Ellos deben convencer a los atletas de aceptar a los oponentes que
se les propone, en ocasiones, lidiando con su rechazo o malestar hasta
encontrar un punto de encuentro. Joe Silva posee esa capacidad para convencer
hasta al más terco, y salirse siempre con la suya:
“Cada
vez que llama Joe Silva tengo gran expectativa. Me pregunta qué pienso, pero él
siempre tiene una manera de hacer que tú lo hagas aunque en el momento no estés
seguro. Él tiene esa habilidad para la persuasión y de repente te das cuenta
que acabas de acceder” señalaba Rashad
Evans en referencia a las
habilidades de Joe Silva.
Los
matchmakers deben conocer las fortalezas y debilidades de los luchadores de su
plantilla y recrear posibles escenarios a la hora de emparejar a dos
adversarios, siempre con la idea de enriquecer el espectáculo. La experiencia,
el récord profesional, y los rivales enfrentados son algunos de los factores
que tiene en cuenta un matchmaker a la hora de armar las parejas para un
determinado evento. Asimismo, los matchmakers actúan como cazatalentos,
buscando jóvenes promesas por fuera de su franquicia. El respaldo de la
tecnología y el registro de videos en la web, es fundamental para la tarea de
reclutar a éstos jóvenes que se desempeñan en ligas de menor trascendencia,
muchos de ellos de forma amateur.
Un
buen matchmaker debe ser lúcido en situaciones de presión y estar preparado
para actuar ante las eventualidades. Las lesiones son la peor pesadilla de un
matchmaker. Los reemplazos deben están a la orden del día y un matchmaker siempre
debe barajar un plan B. Es un gran alivio para hombres como Joe Silva o Sean
Shelby, contar con peleadores como Rich
Franklin, Donald Cerrone o cualquiera de los hermanos Miller, hombres dispuestos a tomar peleas a último momento para
cubrir algún hueco.
Para
los que aún no lo reconocen, Joe Silva es aquel sujeto vestido de traje que
suele entrar al octágono una vez finalizado el combate, para estrechar la mano
de los atletas y felicitarlos por su performance. Joe es una figura misteriosa
dentro del UFC, rara vez concede entrevistas, lo que sí sabemos es que Silva es
el mejor en lo que hace y su tarea es una de las más complicadas en este
deporte: “Estoy asombrado por la forma y velocidad en la que presenta todos los
combates. Honestamente estoy impresionado por lo bueno que es en lo que hace”
destacaba Burt Watson, coordinador
general de los eventos.