Hace poco
más de un año las esperanzas de
volver al octágono eran casi nulas.
Su racha de 11 victorias consecutivas
fue puesta en espera, no por otro peleador sino por una conductora ebria. Shane Del Rosario fue impactado por
otro automóvil y las heridas que
sufrió en la columna amenazaban su
carrera como peleador profesional. Ahora se encuentra listo para hacer su debut en UFC cuando se enfrente a Stipe
Miocic en UFC 146.
Una
dura prueba para un hombre que ha
estado un año sin pelear. A pesar de su gran recuperación física, el rival que
tendrá enfrente tiene credenciales para darle a los fanáticos una pelea
trepidante.
Miocic
llega con record de 8-0, seis TKO, una sumisión y una decisión.
En el octágono del UFC acabó con Joey Beltrán por decisión unánime y demolió a Philip De Fries en tan sólo 43 segundos.
Si
combinamos estas estadísticas con la habilidad de Del Rosario para terminar sus
peleas dentro de los primeros dos rounds, tenemos entre manos dinamita. Pues en el palmarés
profesional de ambos peleadores sólo una vez han tenido que esperar por las
tarjetas de los jueces.
La
explosividad que los caracteriza viene de su formación como strikers pero eso
no quiere decir que la pelea no pueda desarrollarse en el piso. Ambos tienen
ciertas credenciales que los hacen peligrosos
a ras de lona.
Miocic
luchó en la División I
para Cleveland State, mientras que Del Rosario cuenta con dos sumisiones en su palmarés y un cinturón
azul en Jiu jitsu brasileño (BJJ); en este sentido, la base de lucha puede
ayudar a Miocic a dictaminar hacia dónde quiere llevar la pelea, pero Del
Rosario se ha visto cómodo luchando con la espalda al suelo y en un descuido
puede aprovechar su facilidad para someter.
El
detalle de la competencia que han
enfrentado podría ser clave. La última pelea que Del Rosario tuvo fue contra
Lavar Johnson, y demostró que es suficientemente fuerte para recibir golpes de
poder. Otro factor a favor de Del Rosario es la experiencia que ha adquirido en circuitos como EliteXC y M-1 con
competencia decente.
En el
caso de Miocic, su última pelea ante De Fries no puede decirnos mucho sobre su
resistencia ante golpeo de poder, pues peleó contra un grappler sin mucha
experiencia en ese campo. En su debut venció a Beltran, sin embargo no pudo
someterlo ni noquearlo. Recurrió a su gran habilidad para derribar y golpear a
ras de lona.
Con
un set de habilidades tan parejo entre ambos peleadores, el factor que pesa más
contra Del Rosario es el año que pasó fuera del octágono, a pesar de que
continuó con sus entrenamientos, el tiempo que le robó la rehabilitación y el lastre mental que acarrea una lesión en
la espalda podría jugarle una mala pasada. Es ahora cuando Del Rosario deberá
aplicar en carne propia sus conocimientos de psicólogo que adquirió en la
universidad de UC Irvine y permitir que su entrenamiento y puños se hagan cargo
de la situación.
¿Con
quién van ustedes?
