Según relatan los mismos competidores, el trabajo más arduo
no es el que se realiza dentro del Octágono sino durante los meses de
preparación previos a un combate. Sesiones mental y físicamente extenuantes que
anticipan y recrean posibles escenarios. Estos son algunos de los métodos de
entrenamiento y recuperación utilizados por los atletas del UFC.
Wanderlei Silva y su preparado físico
Rafael Alejarra están siempre a la vanguardia en lo que se refiere a métodos de
entrenamiento. Ya hace algunos años han incursionado en el método
denominado hipoxia, que consiste en un entrenamiento exigente con
una baja demanda de oxígeno. Para ello, Silva utiliza una máscara de oxígeno o
un snorkel que dificulta la respiración normal durante sus sesiones de
práctica. Este tipo de entrenamiento ya es utilizado en otros deportes y
Alejarra lo ha traído a las artes marciales mixtas. Bajo estas condiciones, el
entrenamiento se hace más duro ya que el atleta debe tolerar una gran cantidad
de acido láctico en su sangre, producto de la carencia de oxígeno. Esto es lo
que muchas veces sucede en el octágono cuando el luchador ha hecho un desgaste físico considerable y sus
músculos comienzan a debilitarse. Alejarra realizó una serie de pruebas con
Wanderlei y las presentó frente a una junta de expertos en bioquímica en
Brasil. Los resultados del estudio probaron que el atleta incrementó
notablemente su acondicionamiento aeróbico y anaeróbico.
Tito Ortiz
fue uno de los primeros atletas del UFC en descubrir los beneficios de entrenar
en altura. Desde hace varios años, estableció su campamento de entrenamiento en
Big Bear, California a 7000
pies de altura. Se sabe que el entrenamiento en
altitud, donde el aire es enrarecido y la oferta de oxígeno menor, el cuerpo
humano, expuesto a esta situación, tiene un mecanismo natural de compensación
produciendo más glóbulos rojos con la finalidad de aumentar la capacidad de
transportar poco o menor cantidad de oxigeno. Ya sea por entrenar en altura o
por su disciplina, Tito Ortiz es uno de los atletas con mejor preparación
física del UFC.
Uno de los métodos más utilizados por los atletas de
las Artes Marciales Mixtas para acelerar los tiempos de recuperación muscular es el la terapia del baño helado o con hielo. Este método fue utilizado en un principio
con los purasangre luego de las exigentes carreras hípicas. Los entrenadores
utilizaban agua helada para rociar las extremidades de los animales luego de
los entrenamientos. Durante la actividad física intensa, se
producen pequeños desgarros (microscópicos) en las fibras musculares
que producen dolor y fatiga. La baja temperatura
de los baños de hielo estimula a las células musculares para que comiencen a
reparar el tejido dañado. El baño de hielo es un excelente tratamiento para
mitigar el dolor muscular, la tensión y la inflamación luego de un
entrenamiento exigente.
El nado es
otra actividad cardiovascular utilizada como complemento por los atletas de los deportes de combate. Principalmente
por ser una actividad de escaso impacto
que no resiente las articulaciones
como otro tipo de entrenamientos. Un estudio realizado en una Universidad de
Japón ha demostrado que un programa de entrenamiento de seis semanas en la
piscina, incrementó la capacidad aeróbica de los participantes. El nado tiene
otros beneficios suplementarios como ser la mejora en la flexibilidad y el aumento de la capacidad pulmonar, esenciales para los deportistas
marciales.
