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Jake Shields de regreso al peso mediano

El sábado, 11 de
agosto
, en la cartelera UFC 150,
estará en acción Jake Shields
(27-6-1), quien busca de una vez y por todas establecer su nombre en el UFC y una de las maneras que ha
encontrado para lograrlo es regresar al peso donde ya reinó en su paso por Strikeforce, la división de los
medianos.

Para él, la subida de división fue un paso necesario en
su carrera en estos momentos, tras haber llegado al UFC con mucha fanfarria en
el 2010 como el campeón mediano de
Strikeforce, sin que los resultados lo acompañasen.

Las expectativas eran bien altas, pues venía de vencer a
Robbie Lawler, Jason Miller y a Dan
Henderson
por la corona mediana, antes de dar el salto al UFC. Sí, el mismo
Henderson que va contra Jon “Bones”
Jones
en el UFC 151 por el
título semipesado.

A pesar de todo esto, los resultados no han sido buenos
en el UFC y, aunque pudo pelear por la corona welter de Georges St-Pierre en el UFC 129,
en abril del 2011, su rendimiento en el octágono no ha sido el mejor. Algo
había que hacer y lo primero fue subir a las 185 libras, donde reina nada más y nada menos que el brasileño Anderson Silva.

Shields no es un peleador que impresione con su físico, ni
que intimide a sus rivales con su pegada. Pero estas desventajas las compensa
muy bien con su excelente jiu-jitsu (uno
de los mejores en todo el UFC) y con mucho corazón. Su centro entrenamiento
está al norte de California bajo la tutela de César Grazie y donde tiene de
compañeros a Gilbert Meléndez (campeón ligero de Strikeforce) y los hermanos Nick y Nate Díaz, lo que deja claro que está en un excelente lugar para
entrenar y con grandes peleadores con los que aprender.

Hasta ahí la historia de este peleador va bien. Los problemas
comenzaron en su primer combate en el UFC ante Martin Kampmann, la cual ganó en las tarjetas de los jueces, pero
no en las tarjetas de los fans y la mayoría de la prensa presente. Después de
esto vino su mega pelea contra St-Pierre en Toronto, Canadá, ante la mirada de más de 55 mil fanáticos presenciando el evento. Al final, el campeón fue
mucho para él y esta derrota era la primera que sufría desde el 2004.

Perder con St-Pierre no es nada nuevo para casi todos los
peleadores welters del UFC, así que este fracaso no fue el que provocó el
cambio de división. En su siguiente cita, Jake
Ellenberger
lo noqueó en el mismo primer asalto y la alerta roja se disparó
en su carrera. Aquí es justo señalar que unos días antes de este combate,
falleció su padre, quien era también su manejador, por lo que es muy probable
que su cabeza no estuviera dentro del octágono al momento de la pelea. Pero así
son los deportes, para bien o para mal, y muchas veces hay que competir en
circunstancias que no son las idóneas.

La recuperación comenzó en el UFC 144, en Japón. Ahí
venció al ídolo local, Yoshihiro Akiyama,
ante la mirada atónita de los miles de fanáticos locales que asistieron a
apoyar a los japoneses en acción. Un paso pequeño, pero seguro, pues los
triunfos no siempre llegan cuando más los necesitan los peleadores y eso que aún
era un peso welter.

Fue después de esta victoria que decidió subir de peso y ahora
se va a enfrentar a Ed Herman (20-7),
un veterano que ha peleado en el UFC desde el 2006.  

Es muy probable que el esfuerzo que hacía para hacer las
170 libras le quitaba fortaleza a Shields el día de las peleas, por lo que
ahora hay que ver cómo sube al octágono en su próximo combate. Además, no hay
dudas que sus triunfos más importantes tuvieron lugar en las 185 libras, por lo
que este cambio no debe asombrar a nadie. Para regresar a la cima había que ir
al peso donde fue campeón.

El futuro es aún incierto, pero sí logra acumular
triunfos, las oportunidades seguramente van a aparecer. Está claro que ahora
mismo hay muchos peleadores por encima de él en la interminable lista de
aspirantes al título de la “Araña” Silva, como Chris Weidman, Michael
Bisping
, Vitor Belfort y Alan Belcher, por citar a algunos.

Pero en los deportes nunca se sabe y casi siempre una
victoria es todo lo que se necesita para recibir una oportunidad y sacar
ventaja de la puerta que se abra. Ejemplo de esto son Jon Jones y Carlos Condit, quienes aprovecharon la
ocasión que se les presentó y hoy en día son campeones (el segundo es interino).

Ahora mismo, su carrera necesita ir paso a paso y una
victoria ante Herman, quien viene de tres triunfos al hilo, sería un excelente
primer paso. La tarea no es nada fácil, pero, a fin de cuentas, para llegar a
la cima de las Artes Marciales Mixtas (MMA
por sus siglas en inglés)
hay que vencer a los rivales que te ponen en el
camino, sobre todo en el UFC. De
nuevo, un triunfo es lo que necesita Jake
Shields
para empezar a superar ese momento de impasse que ha tenido hasta
ahora.

Puede ser que él en estos momentos no esté en el mejor
momento de su carrera, pero, como dice el refrán, una chispa es todo lo que se
necesita para crear un incendio. Hay que ver que en su camino han quedado
peleadores de la talla de Henderson, Kampmann, Miller y Condit, entre otros,
por lo que la calidad está ahí, dentro de él.

Su problema tiene solución y un triunfo es el mejor
remedio de todos, el más universal, el que cura todas las heridas deportivas y
lo que nos queda por ver es qué es lo que él nos trae en este nuevo andar por
el peso mediano. Los antecedentes de la experiencia anterior nos dicen que fue
una llena de éxitos y hasta un campeonato logró conquistar. Vivir para ver.

El camino a su redención deportiva comienza el 11 de agosto en el UFC 151 ante Ed Herman y ahí sabremos si él tomó la decisión
correcta.

Me puedes seguir en twitter en @vikingomartell