Alexander Gustafsson ligó su quinta victoria
consecutiva en el UFC y su nombre comienza a sonar como un fuerte contendiente
en la categoría de los semi completos, donde con un poco más de tiempo en el
octágono puede representar un buen reto para el campeón Jon Jones, quien este sábado tendrá que superar el duro rival que
representa Rashad Evans en UFC 145.
Gustafsson
luchó, pateó y golpeó incansablemente para conseguir este sábado la victoria
por decisión unánime ante el aguerrido Thiago
Silva en UFC Suecia. En gran parte gracias a su rapidez de movimiento, lo
que le permitió tirar 96 golpes en promedio por round, mientras que su rival
sólo lanzó un promedio de 36.
El
sueco de 25 años se ha ganado el apodo “The Mauler” por su habilidad de
terminar de forma contundente sus combates en el octágono, gracias al poder que
tiene en los puños, como lo demostró al desmantelar a notables peleadores como Matt Hamill en UFC 133 y Vladimir
Matyushenko en UFC 141.
Tras
su debut en UFC 105 en el 2009, donde
se impuso a Jared Hamman en apenas 41 segundos, ha amasado un récord de 6-1.
La única derrota que sufrió fue ante el experimentado Phil Davis en UFC 112
quien lo sometió con un estrangulamiento conocido como anaconda.
El
boxeo del sueco es una de sus armas más fuertes. Posee una técnica bastante
depurada, que difícilmente se encuentra en el octágono. Gustafsson tiene el
honor de haber vencido en competencia amateur al campeón nacional. Además, jamás ha sido noqueado.
Previo
al combate con Silva había dudas
sobre de su habilidad para pelear a
ras de lona; sin embargo, el sueco logró nulificar la peligrosidad de un cinturón negro
en Jiu Jitsu Brasileño desde el primer round de la pelea de este sábado.
En
gran parte, porque Gustafsson decidió poner énfasis en esa área tras la derrota que Davis le propinó. Mudó su
campamento a las instalaciones del equipo Alliance en San Diego California, con
la ayuda del propio Davis.
El
juego en el piso es un aspecto vital en el desarrollo del peleador europeo si
quiere tener una oportunidad ante el campeón Jon Jones, cuya base de lucha es impecable.
Jones ya ha vencido a notables peleadores con poder
en los puños como Quinton Jackson,
Mauricio Rua y Stephan Bonnar. Pues con
el dominio que tiene de lucha puede dictaminar hacia dónde quiere llevar la pelea.
A
pesar de que Gustafsson dominó los tres rounds ante Thiago Silva y cada vez se
desenvuelve mejor en el octágono, hay que evitar sacar de proporción esta
victoria, pues debemos considerar que Silva pasó un año de inactividad debido a
una recurrente lesión en la espalda y la suspensión por el positivo en un
control antidopaje tras el combate ante Brandon
Vera en UFC 125.
El desarrollo del sueco debe llevarse paso a
paso, pues aún le quedan retos fuertes que enfrentar para estar listo cuando su oportunidad para pelear por el título toque la puerta.
La
lista, presenta retos como Dan Henderson,
quien además de ser un gran luchador también posee poder en los puños y después
de la histórica batalla que dio ante Mauricio
Rua, demostró que aún es una amenaza en la división y una muralla que
Gustafsson deberá derribar antes de que pueda pensar en arañar el cinturón de
Jones.
