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Guerrero de Dios

Vitor Belfort no quiere anticiparse a nada. Sabe que enfrentar a Anderson Silva en el octágono es casi la equivalencia a meterse con un león hambriento a una jaula. Sin embargo, Belfort no teme a tal reto y de paso regatea las constantes y ácidas misivas de su oponente, que lo ha catalogado como un “rival más” ante el que pretende “divertirse”.

  Silva nunca se guarda nada en el octágono y ahora ha empezado antes. Vitor trata de ponerle paños fríos al asunto.

“Yo no puedo prometer una victoria, lo único que puedo prometer es mi mejor actuación y asegurar que este ha sido mi mejor campamento como profesional. He sacrificado todo previo al combate. No hay mucho que decir, hay mucho que hacer.

 En nombre de Cristo lo voy a lograr. Mi fe me tiene de pie y buscando ser campeón una vez más”, sentencia Belfort, que ha encontrado en su conversión espiritual una herramienta más para encarar el reto ante un peleador que muchos consideran invencible, pero que viene de una cerrada victoria sobre Chael Sonnen.

La conferencia de prensa del UFC 126 tuvo dos rostros. Un Anderson agresivo, lanzando miradas de fuego para intimidar a su rival, y un Belfort envuelto en un tono de humildad, quizá como escondiendo un as bajo la manga, pero sin esconder su hambre de triunfo.

 Los dos brasileños acaparan la atención de una velada que también incluye el reencuentro de los veteranos Forrest Griffin y Rich Franklin, así como la pelea del mexicano Miguel Angel Torres y Antonio Bañuelos.

“Será una pelea muy buena para los aficionados. A ellos les gusta verme ganar. El cinturón es mío y lo voy a defender.

 No hay porqué pensar en que lo voy a perder. Yo nunca he sido amigo de Vitor, es un oponente y así lo veo”, enfatizó Silva.
Incluso, el cruce de miradas para las postales del evento fueron letales de parte del campeón comiéndose con la mirada a Belfort, aprovechando un poco su leve ventaja de estatura.  

“Yo esperaba esta pelea desde hace tiempo y estoy listo para una guerra de pie con Belfort”, arremetió aún más Silva.

Vitor, por su parte, lucía más tranquilo y se refería a la posibilidad de tomar el cinturón como una de sus nuevas metas como peleador.

 “Yo estoy más enfocado que nunca. Esta es la pelea de mi vida y la voy a disputar a tope. Me voy a enfrentar al campeón, al peleador que ha dominado la categoría por mucho tiempo. Pero yo aquí estoy y es por eso que tengo a Dios de mi lado. En nombre de él, tengo que salir victorioso esa noche. Yo no me he imaginado saliendo del octágono con la mano en alto.

No me gusta pronosticas ni advertir nada. Yo sé lo que quiero: que es el cinturón de los medianos. Anderson lo tiene y yo voy a ir por él. Aquí no hay secretos”, sentenció el “Phenom”.