Forrest Griffin buscará arruinar la fiesta

Muchas
veces se ha dicho que es un peleador simple y hasta se lo trató de ordinario,
pero Forrest es todo lo contrario. Un
competidor que no tiene un punto muy
alto en su rendimiento, pero al que tampoco se le encuentran grandes
deficiencias a la hora de plantear un combate en su contra. Digamos que es el
típico peleador completo en todas las áreas que puede ganar de cualquier manera.

Vaya
si lo sabrá Mauricio Rua que, el 22
de septiembre de 2007, sucumbió ante la resistencia de Griffin para terminar siendo sometido a
los 4:45 de la tercera vuelta luego de una verdadera batalla. Se habló de la
lesión en la rodilla del brasileño, pero pocos saben que su rival tuvo que
operarse el hombro un par de semanas después.

Tras
eso llegó el mejor momento de la carrera de Forrest, triunfo incluido sobre Quinton
“Rampage” Jackson que lo llevó a
coronarse como campeón de la categoría más respetada dentro de las artes
marciales mixtas. A esa gran victoria le siguieron dos derrotas consecutivas
ante Rashad Evans y Anderson Silva.

Parecía
que perdía el tren y que no tendría escapatoria, pero dos decisiones a su favor
contra Tito Ortiz y Rich Franklin le han devuelto la confianza
que estaba perdiendo. Si bien las lesiones comenzaron a aparecer en el cuerpo
de Griffin por las batallas acumuladas (recordemos su épico combate contra
Stephan Bonnar en la final de TUF 1 o un triunfo fuera del
octágono con un brazo quebrado), la ilusión de volver a ser campeón sigue intacta a pesar de que
conoce sus limitaciones.

“Cuando
peleé con Mauricio la primera vez
había llegado al mejor nivel que imaginaba, pero después me superé contra Jackson. Ahora estoy una meseta y temo
empezar a caer y no detenerme”, reconoce el oriundo de Columbus.

Forrest
ha reconocido tener varios problemas cuando debe trasladarse para pelear fuera
de los Estados Unidos por los diferentes hábitos alimenticios que no lo ayudan
a mantener su dieta equilibrada y, sobre todo, a realizar el gran corte de peso al que se somete para
poder dar el límite de las 205 libras
de la categoría.

Además
de eso, en esta oportunidad tendrá casi 15
mil almas abucheándolo ya que querrán el triunfo del favorito local, pero
eso no le impedirá desarrollar un plan de juego adecuado para intentar salir
con su brazo en alto.

Seguramente
el desarrollo será muy diferente al de aquel enfrentamiento que tuvieron hace 4
años. Aquella noche la diferencia de Griffin fue la resistencia cardiovascular. Imprimiendo un ritmo impresionante
atacó constantemente a un Rua que quedó exhausto y cayó en el estrangulamiento trasero.

El
próximo sábado la pelea será otra, pero las intenciones de ambos serán las
mismas. El que salga con su brazo en alto quedará, casi con seguridad, a una victoria de la oportunidad titular
y ninguno de los dos está dispuesto a desaprovechar semejante premio.