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Desde el octágono: Stephan Bonnar, en el lugar donde nació

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La imagen de su batalla con Forrest Griffin en abril del 2005 se viene rápidamente cuando se lo nombra. Hoy, más de 5 años después, será parte de otra final de The Ultimate Fighter, pero esta vez no como participante del reality show. Su rival será el croata Igor Pokrajac, pero eso a Stephan Bonnar no le preocupa porque está listo para dejar todo con tal de salir con su brazo en alto.
 

Pocos tienen su estilo, esa forma de pelea única que lo hace tener fanáticos alrededor del mundo. Ir siempre para adelante es su premisa y, por más que muchas veces termine perdiendo, el público sale eufórico por su gran entrega. Esto mismo intentará hacer el próximo 4 de diciembre cuando, en la final de TUF 12, se enfrente a Pokrajac.
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“Es un gran peleador, por algo está en UFC. Espero que deje todo y podamos hacer un combate divertido para los fanáticos. Quiero ganar a como dé lugar porque hace mucho que no tengo dos victorias consecutivas y, en este momento, eso me ayudaría mucho”, comenta.
 
Bonnar había reencausado su carrera en el año 2007 con triunfos seguidos ante Mike Nickels y Eric Schafer, pero una lesión lo mantuvo mucho tiempo al margen y cayó ante Jon Jones, Mark Coleman y Krzysztof Soszynski y quedó muy cerca de ser echado de UFC. Hasta que en el UFC 116 triunfó en su revancha contra el polaco y eso lo llenó de aire, al menos por un tiempo.
 
“Por suerte pude ganar la segunda pelea contra Krzysztof porque en la primera las cosas habían salido mal. Esa noche no perdí, él me pegó un cabezazo sin intención y detuvieron el combate. Lo normal hubiera sido que vayamos a las tarjetas, pero lo declararon vencedor por nocaut técnico. Sin dudas aceptaría hacer una tercera parte, pero tengo más que claro que la ventaja es mía”, dice el peleador de 33 años.
 
Al recordar sus peleas, seguramente, todos nos sentaremos frente al televisor el 4 de diciembre a ver una batalla de sangre, sudor y lágrimas debido al estilo que siempre brinda.
 
“Espero dar un gran combate, tengo la suerte de ser parte de verdaderas batallas. La de Forrest, las dos con Soszynski y ahora quiero quedar en la historia por la pelea con Pokrajac. Por mi parte lo intentaré, veremos con cuantas ganas de pelear llega él”, relata.
 
En un momento, Bonnar había deslizado la posibilidad de pelear en los medianos. Hoy la desestima por completo.
 
“No hay una mínima oportunidad de que pelee en 185 libras. Estoy comiendo como un ratón, peso 210 y comienzo a sentirme débil, el corte será fácil porque me quedan 5 libras. Pero pensar que, si fuera mediano, me faltarían 25 es una completa locura, así que me tendrán que seguir tolerando con los semipesados porque planeo dar grandes batallas”, concluye ilusionado.
 
Y así reaparecerá donde una vez lo vimos nacer. Esa noche en la que fue partícipe de una de las peleas más importantes de la historia de UFC y de las artes marciales mixtas. El 4 de diciembre, Stephan Bonnar regresará a una final de TUF y planea dar un mejor espectáculo del que nos brindó aquella noche inolvidable.