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Stephan Bonnar: Voluntad inquebrantable

Stephan Bonnar quien regresa al Octágono en UFC 139, se forjó una
reputación por sí mismo luego de una épica batalla frente a Forrest Griffin
en la final de la temporada inaugural del primer reality show de las Artes
Marciales Mixtas denominado “The Ultimate Fighter” (TUF). La popularidad
del show creció a partir de ese electrizante combate entre estos dos perros de
presa que fueron decididos a adjudicarse el contrato de seis cifras del UFC.
Bonnar se quedaría con miles de nuevos
seguidores y un status de celebridad que no sería disputado. 

Este estudiante del legendario
Carlson Gracie sabe que la vida de un artista marcial está ligada a la disciplina
del entrenamiento, el descanso y la alimentación saludable y
lejos de los vicios y el glamour que implica el hecho de ser un competidor del
Ultimate Fighting Bonnar vs GriffinChampionship. Con los pies sobre la tierra, Stephan sabe que
no debe dejarse llevar por el éxtasis de la victoria y los halagos recibidos
luego de una buena performance o por la decepción y las críticas luego de una
derrota:

“Muchas veces tus más fieles
seguidores son los más críticos de tus actuaciones” reflexiona Bonnar en una de
sus tantas entrevistas.

Su récord en el UFC (7-6) es sólo una anécdota que no
refleja sus proezas dentro del octágono. El psicópata americano tendrá una
difícil prueba este sábado cuando enfrente a un miembro del reparto de la
octava temporada de TUF en Kyle Kingsbury. Kingsbury es un atleta muy
completo con destacadas habilidades en el muay
thai
y un pasado compitiendo en la disciplina de la lucha. El de San José, California tendrá a la afición de su lado y
la confianza de haber triunfado en sus últimos cuatro enfrentamientos:

“Él viene con una muy buena racha,
ganando sus últimas cuatro peleas y yo siempre trato de entretener. Prefiero
pelear con él en su patio de atrás antes que ser local. No tengo presión. Le
voy a arruinar su noche. Es fácil”.

Bonnar calentando previo a un combateBonnar tratará de llevar a Kingsbury
a aguas profundas poniendo presión durante
el todo el transcurso del combate. Su resistencia cardiovascular es siempre
impecable y su corazón incuestionable. La evolución de su juego de manos ha
sido notoria en sus últimas presentaciones y pese a no poseer el golpe de
finalización, puede hacer mucho daño con sus envíos. Como discípulo de un
Gracie, Bonnar también puede defenderse y atacar desde la lona y capitalizar
cualquier descuido de su rival. Dicho esto, su obsesión es y será siempre la
misma, brindar un buen espectáculo
para todos sus fans:

“Iré por el bono. Quiero que esta pelea sea la mejor de la noche. No voy a
pelear una pelea inteligente, voy a poner a los espectadores en el borde de sus
asientos”.